En la picota – Isidoro YESCAS
Isidoro YESCAS
No fue un breve mensaje sino una tediosa lectura, vía radio y televisión gubernamental (CORTV) de lo que oficial y demagógicamente se divulgó como un “Informe de resultados”: un repaso de todos los “logros” del sexenio que el pueblo no vió ni constató. Un Sexto Informe que bien pudo leerse en Veracruz, en donde un gobernador prófugo también tuvo la ocurrencia de enviar a un “propio” al Congreso para entregar su informe de labores.
Un “Informe de Resultados” prolijo en autoreconocimientos, danza de cifras y decenas y decenas de obras y beneficios sociales soñadas, modelos innovadores para gobernar, invocación de un cambio que nunca llegó, medias verdades y grandes mentiras y, en fin, un falso juarismo y toneladas de demagogia para cerrar indignamente el fin de un sexenio perdido.
Y con todo y que la sección 22 del SNTE permaneció sospechosamente inmovilizada, y que ese 15 de noviembre no hubo bloqueos por el rumbo del Congreso ni mucho menos “acordonamiento” popular de la sede del poder legislativo, Gabino Cué prefirió evitar las interpelaciones que ese mismo día se dejaron escuchar en el recinto de una nueva legislatura ansiosa de un primer ajuste de cuentas sexenal.
Su vocación dialoguista, tolerante, respetuosa del estado de derecho, proclive a los consensos, etc resultaría insuficiente para aguantar la crítica y reproches que recibió horas antes de su videoinforme de parte de los coordinadores parlamentarios de izquierda: Morena y PT, por un lado, y PRD, por el otro.
“Oaxaca no cambió”, afirmó Jesús Romero López, del PT ,porque fracasó la alternancia (democrática) y porque seis años después se observa mas corrupción, pobreza,desigualdad social y falta de rendición de cuentas., deudas y pendientes de la que –aseguró- el PRI fue cómplice desde el Congreso y desde los altos cargos que tuvo en el gobierno del cambio.
Oaxaca no merece una rendición de cuentas resumida en libros blancos y tampoco pactos de impunidad entre el gobierno saliente y entrante.
Faltó autocrítica de quienes llevamos al poder al gobernador GCM, reconoció el coordinador de la fracción del PT , partido que junto con el PAN, PRD y MC se coaligaron en el 2010 para derrotar al PRI y ganar la gubernatura.
Algunos de esos aliados callaron, otros fueron cómplices de la corrupción y “los menos denunciamos que el rumbo se había extraviado”, subrayó.
Al reclamar la ausencia del jefe del poder ejecutivo en el Congreso, la representante del coordinador de Morena, Irineo Molina , calificó al gobierno del cambio de incongruente y falaz porque en este sexenio ni hubo paz ni progreso. Con el gobierno( de URO) suscribió un pacto de impunidad que ahora pretende replicarlo con el regreso del PRI a la gubernatura, expresaría . No perdió también la oportunidad para hacer corresponsable al gobierno de la alternancia de los hechos violentos acaecidos en Nochixtlán.
La diputada morenista lamentó la corrupción, inseguridad, falta de obra pública y abandono que vivió Oaxaca durante un sexenio al grado de que la pobreza se incrementó.
Contrastó este juicio sumario a la camarilla transitocrática que tomó las riendas del poder ejecutivo en el 2010, con la postura conciliadora del diputado Carol Antonio Altamirano, coordinador del PRD, quien , de entrada,afirmó que “la alternancia que mandató el pueblo de Oaxaca sigue vigente”(sic),para luego reconocer que con el gobierno de Cué “compartimos y respaldamos todo aquello que representaba beneficios para la sociedad pero también criticamos lo que no se logró.”
Y luego vino un suave deslinde: ”Para el PRD es preocupante la insuficiente infraestructura, la crisis en el sistema de salud, la falta de apoyo al campo y los presuntos actos de corrupción de algunos funcionarios del gobierno que se va”.
Para rematar con la exigencia que se castigue a los responsables de actos “contrarios a la ley, presentando las pruebas,” porque, aclaró , “nuestro partido no solapará ningún acto de corrupción de los que se van y de los que vienen”.
Un buen principio de reivindicación del papel que corresponde jugar al poder legislativo por parte de las bancadas de izquierda de la 63 legislatura, cuyos diputados y diputadas están emplazados, o tal vez obligados, a tomar distancia desde ahora de las frivolidades, complicidades y corruptelas de quienes les antecedieron. Una triste y lamentable despedida de un jefe del poder ejecutivo que ante la debacle financiera, política y moral de su gobierno prefirió alzarse la mano y escribir en el aire que “Oaxaca SÍ cambió.”
Twitter: @YescasIsidoro